La estética facial asociada con los dientes ha preocupado a la sociedad desde la antigüedad. El temor al rechazo social por cambios de forma, color o mal posiciones dentales, puede producir un gran impacto psicológico en los pacientes.
Desde civilizaciones antiguas, los egipcios practicaban prótesis dentales con sentido estético que trataban de reponer las piezas perdidas. Se han descubierto momias con rasgos de haber recibido tratamientos dentales cómo incrustaciones en los dientes utilizando oro, plata y diamantes, lo que constituía un signo de poder y belleza. Esta tendencia continuó usándose en la antigüedad ya no solo por estética, sino como tratamiento para las afecciones bucales, de ahí que comenzaran a valorarse en este campo conceptos de belleza y estéticadental como sinónimo de bienestar y salud bucal.
El papel de la estética en el sector de la salud y en el nuestro específicamente, es fundamental. Tanto la forma del tratamiento como el trato que se le ofrezca al paciente son elementos de gran importancia para lograr el bienestar bio-psicosocial del individuo o de las poblaciones que tratamos. Precisamos que este tema debe tratarse con un enfoque multidisciplinario. Se trata de ubicar el tratamiento dental estético en la medicina social que ha evolucionado enfatizando los factores sociales del proceso salud-enfermedad. Por ello la medicina social desplaza su interés a la promoción de salud, entendida no como ausencia de enfermedad, sino como estado de bienestar humano, donde se interrelacionan el buen estado físico y el psíquico. La evolución de este concepto tiende a una valoración de la actitud del hombre respecto a su salud.
Precisamos que este tema debe tratarse con un enfoque multidisciplinario. Se trata de ubicar el tratamiento dental estético en la medicina social que ha evolucionado enfatizando los factores sociales del proceso salud-enfermedad. Por ello la medicina social desplaza su interés a la promoción de salud, entendida no como ausencia de enfermedad, sino como estado de bienestar humano, donde se interrelacionan el buen estado físico y el psíquico. La evolución de este concepto tiende a una valoración de la actitud del hombre respecto a su salud.
En la actualidad el tratamiento dental estético se facilita y a la vez se hace más exigente por la introducción de nuevos materiales y técnicas. La preocupación y responsabilidad del odontólogo moderno incluye los recursos para mejorar el aspecto dental del paciente, lo cual fomenta el bienestar emocional y social del individuo.
En el mundo civilizado moderno estéticamente consciente, generalmente los dientes blancos, contorneados y alineados fijan el estándar de belleza. Esto no sólo se juzga atractivo, sino que también señala la salud nutricional, la autoestima, el orgullo higiénico, la situación económica y la sexualidad.
Es por ello que cada una de nuestras especialidades estomatológicas buscan soluciones a los inconvenientes estéticos de algunos de nuestros procederes. Así tenemos que por ejemplo para la ortodoncia, tradicionalmente se emplea aparatología de metal, en la actualidad se han creado soportes transparentes y del color de los dientes. Para la cirugía maxilofacial se perfeccionan los materiales que permitan mantener los principios estéticos a la par con los funcionales evitando cicatrices antiestéticas.
Para las prótesis anatómicas de ojo, nariz, oreja o cara (somatoprótesis) que rehabilitan al paciente fundamentalmente en el aspecto estético, se han creado materiales especiales y específicos como algunos tipos de siliconas, que permiten lograr satisfactoriamente aspectos como color, brillo, forma o consistencia.
En la atención estomatológica general tenemos que para alteraciones en las que se muestran los dientes con serias afectaciones del color, como la amelogénesis imperfecta o la decoloración por tetraciclinas, que hasta hace pocos años solo dejaban al paciente la opción de acostumbrarse, hoy día, luego de años de búsqueda contamos con métodos de blanqueamiento eficaces capaces de devolverle al paciente su sonrisa.
Es ya sabido que la mayoría de los pacientes que acuden a nuestra consulta no sólo van en busca de conseguir un buen funcionamiento de su boca, sino también con el propósito de obtener una estética adecuada; pero la estética surge mediante la validez consensual y la belleza siempre radica en el ojo de quien la mira. Aunque todos los pacientes desean una correcta restauración de su boca y una belleza impecable, esta última no es igual en todas las mentes o conciencias. Los valores estéticos para cada individuo cambian y son muy relativos, estos pueden variar en dependencia de factores como la edad, el sexo, el nivel cultural o las condiciones socioeconómicas.
Conocer estos valores y constatar la influencia en su comportamiento, nos ayuda a orientar nuestro trabajo educativo y labor preventiva de manera que se ajusten a las necesidades existentes, lo que nos garantiza gran parte del éxito.
Rehabilitación estética mediante prótesis dental.
Las afecciones estéticas dentales tienen gran repercusión psicosocial en nuestra población. El determinarse los dientes como la región de la cara más observada, así como que el mayor número de personas al presentar alguna afección en los mismos evite conversar con conocidos o amigos para que no noten el cambio, así lo demuestra.
En relación con las prioridades y preferencias con respecto a tratamientos y estética dentales respectivamente, encontramos que la mayor cantidad de personas prefiere atenderse el diente dañado antes que cualquier otra afección, así como que prefieren conservar sus dientes de aspecto natural a pesar de cualquier tendencia de la moda, a la que es más susceptible la población más joven.
En general en la población las alteraciones estéticas de mayor prevalencia son las de origen traumático lo que nos demuestra, una vez evidenciada la repercusión de estas alteraciones, la necesidad de aumentar nuestros esfuerzos para su prevención, como se ha venido planteando desde hace ya varias décadas por estudiosos del tema, además de enfatizar nuestra labor educativa, tanto en el aspecto cognoscitivo de dichas lesiones como en el de la conducta a seguir ante ellas. Esto limitaría el daño tanto físico como psíquico del paciente y haría más fácil y menos traumático el trabajo del estomatólogo general integral.