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9 consejos prácticos para cuidar tus dientes

En nuestra boca viven 20.000 millones de bacterias y cada día que pasa sin que nos cepillemos los dientes ahí se mudan millones de nuevas bacterias dispuestas a hacer de las suyas.

El programa de la BBC «La verdad sobre tus dientes» explora cómo debemos mantener una buena higiene bucal.

Aquí te presentamos nueve recomendaciones prácticas para no tener que visitar al dentista antes de tiempo:

1. La dieta, más importante que el cepillado para prevenir la caries

Según la especialista en odontología restaurativa Serpil Djemal, del King´s College Hospital de Londres, la dieta tiene un peso más importante que el propio cepillado de los dientes en la prevención de la caries.

«Cepillarse los dientes es excelente, es muy importante y evita la piorrea, pero el factor de la dieta es clave», dijo.

No llega con cepillarse los dientes bien y más veces al día para compensar: eso no podrá revertir los efectos de una mala dieta.

«En lo que se refiere a caries, cavidades y agujeros en los dientes la clave está en la dieta y en la frecuencia de exposición al azúcar», dijo.

2. Cuándo comer, tan importante como qué se come

Si no has comido o bebido durante un tiempo, tu boca está esencialmente «en reposo» y tus dientes a salvo.

Pero justo después de comer se vuelve ácida, creando un ambiente en el que tus dientes empiezan a disolverse.

«A la boca le toma unos 40 minutos volver a sus niveles seguros de acidez», explica el doctor Chris van Tulleken.

Así que cuanto más picotees entre horas, más períodos de acidez habrá en tu boca.

El consejo general para el cuidado de los dientes es evita comer entre horas y comer los dulces después de las comidas.

3. Cómo «comer bien» entre horas

Pero si no puedes resistirte a picotear entre horas, Van Tulleken recomienda «beber agua, masticar un chicle sin azúcar o incluso comer un poco de queso», para ayudar a los dientes a regresar a ese nivel seguro de acidez.

Dientes de lecheDerechos de autor de la imagenPA
Image captionEl cepillado no puede revertir los efectos de una mala dieta.

4. Azúcar, el gran enemigo de los dientes

La frecuencia de exposición al azúcar es clave para el desarrollo de caries.

Van Tulleken recomienda tener cuidado con los alimentos aparentemente incocentes pero que tienen azúcar escondido, como los zumos de fruta, los cereales o algunas comidas precocinadas.

«Hay azúcares escondidos en alimentos que nunca te esperarías», dice el investigador.

Es mejor comer una naranja que beber un zumo de naranja embotellado.

La leche es otro de los alimentos que puede traicionar, particularmente en los niños: si bien su contenido en calcio lo hace recomendable para los dientes, también contiene azúcar.

Algunos niños se quedan dormidos con el biberón en la boca o no se cepillan los dientes después de beber leche y eso también contribuye a la formación de caries.

 

5. El ácido, otro enemigo

Hilo dentalDerechos de autor de la imagenTHINKSTOCK
Image captionLa mayoría de la gente deja algunas partes de la superficie de los dientes sin cepillar. Eso es en parte porque los cepillamos de una manera aleatoria.

Si has bebido una bebida acídica, como un zumo o un te de frutas, es mejor beber un vaso de agua después para enjuagar la boca y diluir el ácido.

Pero no es recomendable cepillarse los dientes durante la hora después de tomar una bebida acídica, porque el ácido suaviza el esmalte dental y con el cepillado puedes dañar esa capa dental protectora, según explica Van Tulleken.

6. Entonces ¿Cuándo es mejor cepillarse los dientes?

Cepillarse inmediatamente después de comer, y sobre todo después de comer algo ácido (como un zumo de naranja), puede perjudicar al esmalte dental.

Lo ideal es hacerlo después de cada comida pero dejando pasar un tiempo, aproximadamente 40 minutos.

7. Un método para cepillarse bien los dientes

Según la especialista en odontología Serpil Djemal, es muy difícil hacerlo bien porque la mayoría aprende mirando a su mamá y tiende a repetir lo que ve y agarrar hábitos desde muy pequeño.

Por eso la mayoría de la gente deja algunas partes de la superficie de los dientes sin cepillar. Eso es en parte porque los cepillamos de una manera aleatoria.

Djemal recomienda tener un método: empezar en una esquina de la boca e ir cepillado lentamente y uno por uno cada diente, «como haciéndoles cosquillas», hasta llegar a la otra esquina.

Van Tulleken añade cepíllarlos durante dos minutos, dos veces al día, y finalmente no enjuagar la boca al final, sólo escupir. Así, el flúor se queda en los dientes y los mantiene saludables.

8. Vegetales contra el mal aliento

Paciente en el dentistaDerechos de autor de la imagenTHINKSTOCK
Image captionEn general se debe evitar comer entre horas. Los dulces es preferible comerlos después de las comidas.

La diferencia entre una boca limpia y una boca con mal aliento es comparable a la de un río de agua corriente y cristalina y una laguna de aguas estancadas.

«Idealmente la saliva debería fluir por la boca y llevarse las bacterias que causan el mal olor. Pero si tu boca se seca por algún motivo, porque estás nervioso, o por el alcohol, o porque has estado durmiendo y rocando, tu boca se parece más a una laguna de agua estancada», explica Van Tulleken.

Para deshacerte de ese mal olor de aguas podridas primero necesitas beber agua, que lavará los compuestos sulfúricos que se generan en la cavidad oral y que causan el mal aliento o halitosis.

Después puedes consumir vegetales fibrosos con un alto contenido de agua, como el pepino, el apio o la zanahoria.

Su contenido en agua limpia la boca y al masticarlos, su textura fibrosa hace que generes más saliva.

«Estos vegetales son como una combinación de una pasta dental y un enjuague bucal naturales, provistos por la madre naturaleza. Y además saben bien y son baratos», comenta el doctor Van Tulleken.

9. Cómo saber qué pasta dental comprar

Limpieza profunda, protección de cavidades, limpieza avanzada, refrescante, especial para niños, para dientes sensibles… Hay miles de productos de higiene dental, desde pastas y enjuagues hasta cepillos, que hacen todo tipo de promesas… pero ¿cómo saber si funcionan?

El doctor Chris van Tulleken habló con la Asociación de dentistas del Reino Unido y después de contrastar opiniones con varios expertos y de revisar estudios científicos llegó a esta conclusión:

«Si tienes un buen cepillo de dientes manual, una pasta con fluoruro y te lavas los dientes durante dos minutos dos veces al día, cubriendo bien toda la superficie de tus dientes y encías, estás haciendo todo lo necesario».

«El resto de productos que muchos tenemos en el armario, no es que pensemos que no funcionan sino que no sabemos de verdad si funcionan o no, e incluso si funcionaran probablemente no añadirían ningún gran beneficio».

 

Via BBC

¿Por qué la pasta de dientes con flúor combate las caries?

Lavarse los dientes es un gesto que repetimos tras cada comida como parte esencial de nuestro aseo personal. Esta costumbre retira los restos de alimentos, nos deja el aliento fresco y si la pasta contiene flúor reduce la aparición de caries. Es así porque este elemento químico protege el esmalte dental al hacerlo más duro y resistente a las bacterias.

El esmalte está compuesto en su mayoría por un mineral llamado hidroxiapatita. Es muy duro, pero es soluble en los ambientes ácidos que producen, con sus productos de deshecho, las bacterias que habitan la boca cuando se alimentan de los restos de comida presentes en nuestros dientes, sobre todo de azúcares. En esas condiciones el esmalte de los dientes y las muelas se desmineraliza y aparecen huecos. Esas lesiones son las caries.

El flúor de la pasta de dientes -se incluye como fluoruro sódico, fluoruro estannoso o fluorofosfato sódico- ayuda a remineralizar el esmalte, formando fluoroapatita y cerrando los huecos abiertos por las bacterias.

“Los dientes que han recibido flúor son más redondeados con surcos más suaves que favorecen la eliminación correcta de la película bacteriana”, explica a RTVE.es la doctora Rosario Garcillán Izquierdo, del Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de la I Región (COEM). Además, el flúor frena la actividad de las bacterias e incluso mata algunos tipos sensibles al compuesto.

Esta propiedad beneficiosa del flúor se descubrió a principios del siglo XX. El dentista estadounidense Frederick McKay observó que muchos de sus pacientes que residían y se habían criado en Colorado Springs, presentaban unas manchas marrones en los dientes.

Hasta la llegada de este especialista nadie se había molestado en averiguar las causas del desorden dental. Los lugareños lo achacaban a factores de lo más dispares, como la ingestión de demasiado cerdo, leche de mala calidad o agua demasiado dura.

La dosis hace el veneno

Tras un largo trabajo de investigación, McKay averiguó que las manchas se debían a la alta concentración de flúor de las aguas que bebían los residentes. A la vez, observó que la incidencia de caries era bajísima.

Tras este hallazgo, como es la dosis la que hace el veneno, se iniciaron investigaciones para averiguar la cantidad adecuada de flúor que debían tener las aguas para aprovechar sus beneficios sin sufrir los perjuicios. Hoy en día el límite máximo recomendado de ingesta de fluoruros es de 2 miligramos al día, entre el agua, la dieta y la pasta dentífrica.

Las pastas de dientes para adultos contienen 1.000 partes por millón de flúor. El resto de los componentes de la pasta de dientes son abrasivos (sílice hidratada), blanqueadores (dióxido de titanio), componentes para dar al producto la consistencia de una pasta, saborizantes y aromas para hacer la pasta agradable al consumidor.

Un orificio en la pieza dental hasta tocar el nervio

Las caries empiezan a formarse a los 20 minutos de la ingesta de los alimentos. Al principio el ácido solo estropea el esmalte, pero si no se elimina las bacterias continúan su trabajo destructor en la pieza dental, llegan a la dentina y hacen un orificio por el que acceden a la pulpa, tocan el nervio y provocan un intenso dolor.

Hay dos tipos de caries. Las que se producen en el surco de las muelas y las que se producen entre los dientes. Con el hilo dental y un buen cepillado es posible prevenir estas últimas, pero las que atacan el surco de las muelas son muy difíciles de prevenir, por no decir imposible.

Las últimas investigaciones tienen puestas las esperanzas en un compuesto llamado xilitol para prevenir este tipo de caries. El xilitol es un edulcorante que las bacterias no pueden fermentar y está presente en casi todos los chicles sin azúcar. Así, una vez más la química es la aliada de la humanidad para evitar una de las enfermedades más comunes del planeta.

Ortodoncia Miofuncional -más allá de la maloclusión-

La Ortodoncia es una especialidad de la odontoestomatología que se ocupa del estudio del crecimiento de las estructuras cráneo-faciales y del tratamiento de las posibles desviaciones que se salen de la norma. Para ello, se estudia también la posición de los dientes, las maloclusiones que se dan cuando éstos no encajan adecuadamente entre sí, y si es conveniente intervenir con aparatología para colocarlos en su sitio.5

La palabra «Ortodoncia» proviene del griego orthos (derecho o enderezar) y odonto (diente). Es la rama de la Odontología que se encarga de prevenir, diagnosticar, interceptar y tratar las malposiciones dentarias y trastornos maxilo-faciales.6

La Ortodoncia Miofuncional es la disciplina que tiene como objetivo principal mejorar la función muscular y reducir la disfunción de los tejidos blandos (lengua, labios, carrillos y patrones de respiración), lo que permite el buen desarrollo cráneo-facial, a nivel óseo y a nivel muscular, acompañado del alineamiento dental, todo por medio de la reeducación miofuncional.2,3,4,10

La oclusión dentaria es la íntima relación de contacto que establecen los dientes de ambas arcadas durante los movimientos mandibulares. La maloclusión es una alteración de la oclusión, es decir, una deficiente unión entre los dientes superiores e inferiores. Su etiología es multifactorial, la interacción de los factores ambientales y la herencia pueden incrementar, disminuir e incluso hacer desaparecer una maloclusión.5

La base del pensamiento de la ortodoncia miofuncional radica en que los problemas miofuncionales siempre son la causa de la maloclusión.3 Los conceptos de matriz funcional de Moss y de la interrelación entre forma, función y postura ya desarrollados por numerosos autores, deben estar siempre presentes en la mente de los ortodoncistas. 1

Los factores etiológicos de las maloclusiones actúan dentro de éste contexto de desarrollo de la matriz funcional, en el que se hallan implicados: los huesos (crecimiento), los dientes (erupción), la musculatura (patrón muscular) y el nivel de irrigación vascular e inervación de la misma. A todo ello, hay que añadirle el componente funcional (respiración, deglución y masticación). Sobre éste conjunto de elementos biológicos y sus funciones, actúan los factores etiológicos de las maloclusiones, alterando la armonía en el desarrollo de la matriz funcional.1

En líneas generales, se puede establecer que la mayoría de las alteraciones de la matriz funcional (maloclusiones) se producen como consecuencia de desequilibrios de las funciones que, a su vez, son favorecidos por la presencia de estímulos. 1

El conocimiento de que los músculos de la boca y la lengua ejercen una influencia sobre la mandíbula y los arcos dentarios precede en mucho a los postulados de Angle. En realidad la historia de la terapia miofuncional se remonta a la Italia del siglo XV. Para 1906, el ortodoncista estadounidense Alfred P. Rogers experimentó haciendo que sus pacientes hicieran ejercicios con los músculos faciales y, en 1918, escribió un artículo titulado «aparatos de ortodoncia vivos», en el cual declaró que la función muscular puede corregir por sí sola la maloclusión. 2

Durante los últimos cien años académicos notables, incluyendo al Dr. Angle, Tweed, Frankel y Graber, han mostrado suficiente evidencia de que la disfunción de los tejidos blandos es la fuerza que está siempre detrás de la maloclusión. En años más recientes el Dr. John Mew ha enfatizado que la postura de la lengua y de la mandíbula influencian el desarrollo de los maxilares y la cara.3

En 1907 apareció el famoso libro de Angle «Maloclusiones de los dientes», que detalla los efectos de los malos hábitos orales en la oclusión. Angle afirmó que todas las maloclusiones tienen una causa miofuncional. La terapia miofuncional se convirtió en un popular tratamiento «complementario de la ortodoncia» en las décadas de 1960 y 1970, cuando Daniel Garliner creó el Instituto Miofuncional en Florida EEUU. Garliner capacitó a miles de terapeutas miofuncionales y escribió varios libros sobre el tema. 2

Los dientes erupcionan en la zona neutra de «equilibrio muscular», entre los labios y las mejillas -por fuera- y la lengua -por dentro-. Si existe un desequilibrio postural o funcional a nivel de los labios o de la lengua se altera la posición de los dientes, como consecuencia de la modificación de la intensidad de los vectores de las fuerzas musculares por vestibular y lingual. Por medio de éste mecanismo tan simple, los incisivos inferiores erupcionarán en una posición más vestibularizada (protruídos) o lingualizada (retruídos), según que el predominio de la musculatura sea peribucal o intraoral. La orientación axial final de estos dientes viene determinada por: la dirección eruptiva del diente, la presión de la musculatura labial sobre los mismos y el contacto de los incisivos superiores con los bordes incisales de los inferiores. 1

En los sectores laterales de la oclusión, la dimensión posterior de la misma se establecerá a través del equilibrio entre el potencial de erupción de los dientes (molares y premolares) y el patrón muscular (maseteros) que se oponen al mismo. Cuando la musculatura es laxa, los dientes presentan una mayor capacidad de extrusión (posterorotación mandibular), al contrario de lo que sucede cuando el patrón muscular es potente (anterorotación mandibular) y el grado de extrusión dentaria se de limitada. 1

El practicar la ortodoncia miofuncional requiere un buen entendimiento de la disfunción de los tejidos blandos. Cuando la lengua descansa naturalmente en el maxilar y el paciente respira por la nariz, el resultado es un buen desarrollo de la forma de la arcada. Cuando la lengua no descansa sobre el maxilar y el paciente respira por la boca, la arcada queda angosta y es muy probable que se produzca un apiñamiento dental. Los labios y la lengua pueden influenciar la forma de la arcada y causar el apiñamiento, la acción recíproca de la lengua y su contraparte por parte de los labios y carrillos al deglutir, causan que la deglución visceral provoque apiñamiento dental. El objetivo de resolver la disfunción de los tejidos blandos es hacer que la lengua descanse contra el paladar y que el paciente cierre su boca y respire por la nariz.3

La respiración es la función que más veces se repite a lo largo del día y es fundamental comenzar por conseguir una respiración mayoritariamente nasal. La respiración bucal obliga al paciente a mantener una posición de boca entreabierta y la lengua baja favorece la extrusión molar y la falta de desarrollo del maxilar superior transversalmente.1 Cuando el paciente es respirador bucal, la lengua no descansa contra el paladar dado que la boca está abierta todo el tiempo, por lo que el patrón de crecimiento se hace más vertical que horizontal, lo que se traduce en un perfil facial retrusivo y menor espacio para los dientes anteriores y posteriores en los maxilares.3 Es por esto que se debe establecer la respiración nasal cuanto antes, pero para ello es imprescindible que las fosas nasales sean permeables.1

En la exploración clínica y radiográfica del paciente se puede apreciar presencia de ojeras subpalpebrales por el cansancio que supone la obstrucción respiratoria, el paciente suele tener un sueño inestable y ello le provoca un cansancio mantenido; por otra parte, las vías aéreas superiores pueden no ser suficientemente permeables por motivos anatómicos, como narinas colapsadas, desviación de tabique, cornetes hipertróficos, presencia de adenoides hipertróficas, etc. (campo de la otorrinolaringología), o por motivos de alergias, como rinitis alérgica, bronquitis, asma, etc. (campo de la alergología). En cualquiera de los dos casos se debe explorar al paciente y derivarlo al especialista correspondiente para que reciba el tratamiento oportuno. 1

Los respiradores bucales presentan: posterorotación mandibular, retrusión leve de maxilar superior y crecimiento vertical del mismo, extrusión de los incisivos inferiores pero no de los molares inferiores lo que conlleva a una marcada curva de Spee, e incisivos superiores poco extruídos por el efecto de bloqueo que provoca la interposición labial inferior a nivel del resalte existente, por otra parte se extruyen los molares superiores al no estar en contacto con los molares inferiores debido a la situación postural de la mandíbula. 1

Si la respiración bucal (factor etiológico) persiste, la rotación posterior de la mandíbula se intensifica y el mentón se retruye progresivamente. La habitualmente mal diagnosticada «retrusión mandibular» no es más que un problema rotacional de la mandíbula. 1

La reeducación comienza con la respiración y sigue con la deglución. La respiración bucal, cuando es considerada como hábito primario, suele ir acompañada de una deglución atípica (hábito secundario), como consecuencia de las características de la maloclusión. 1

La deglución atípica viene determinada por una limitación en la movilidad lingual que impide la realización del correcto patrón de la deglución. Durante la deglución normal, la musculatura lingual debe ascender hasta contactar su dorso sobre el paladar duro. En éste punto, la presión de la lengua sobre el paladar va acompañada de una expansión del músculo transverso de la lengua. La repetición de éste efecto, en un número de veces que oscila entre quinientas a dos mil veces al día, actúa como estímulo sobre el desarrollo transversal de la arcada superior. 1

La limitación de la movilidad lingual sitúa a la masa lingual en una posición baja durante la fase de reposo de la misma. Durante la deglución, la lengua, incapaz de realizar un movimiento de ascenso eficaz, se propulsa y ejerce un efecto de presión sobre los sectores anteriores habitualmente de las arcadas. Dicha presión puede realizarla sobre la arcada superior (protrusión de los incisivos superiores), sobre la arcada inferior (protrusión de los incisivos inferiores), sobre ambas arcadas (biprotrusión) o bien entre las arcadas (mordida abierta anterior). En algunos casos la presión lingual puede ser lateral y generar una mordida abierta lateral. 1

En la deglución reversa y visceral el movimiento excesivo empuja en dirección inversa al crecimiento natural e impacta el desarrollo facial. La postura de boca abierta produce un perfil facial retruído y menos espacio para dientes anteriores y posteriores. 3 Clínicamente presenta las siguientes características: incompetencia labial, interposición labial inferior, e interposición lingual. La deglución con interposición labial o lingual está asociada a overbite disminuido y/o overjet aumentado o disminuido. 1

El tamaño de la lengua también tiene importancia, un caso de macroglosia con interposición lingual lateral provoca mordida abierta posterior bilateral. La hipertrofia de las amígdalas puede ser la causa de una posición adelantada de la lengua. 1

El frenillo lingual tiene un papel muy importante en la posición de la lengua. Con un frenillo normal, la punta de la lengua debe poder alcanzar la bóveda palatina con la boca abierta. La imposibilidad de elevar la lengua impide que desempeñe correctamente sus funciones. Un frenillo lingual corto limita el estímulo de la lengua sobre el paladar provocando un hipodesarrollo transversal del maxilar superior y mordida cruzada posterior. 1

El primer objetivo en la ortodoncia miofuncional es que la lengua tenga suficiente espacio para descansar en el maxilar superior. Su segundo objetivo es hacer que el paciente respire a través de la nariz con los labios juntos. Si el paciente no respira por la nariz, no podrá tampoco tener un desarrollo normal del arco ni una alineación dental correcta. Los pacientes que dejan de respirar por la boca son más saludables y tienen menos alergias e infecciones causadas por respirar por la nariz. Resultan pacientes más sanos que crecen sin estar sujetos a los perjudiciales hábitos que limitan el desarrollo facial. 2

La disfunción de los tejidos blandos afecta además la función de la articulación temporo-mandibular (ATM). La deglución incorrecta no sólo empuja la mandibula hacia atrás y restringe el crecimiento, también comprime la ATM.3

El desorden de la ATM fue identificado por primera vez por el Dr. J. B. Costen en 1943, como una condición en la cual la articulación está sometida a una presión excesiva por parte de los dientes mal alineados, de los músculos y/o los maxilares. El Dr. Costen demostró que el dolor de oído, cabeza y cuello puede eliminarse al corregir una mordida inadecuada y retirar el exceso de presión en la ATM al «abrir la mordida» con aparatos intraorales.3

La ATM es una articulación bastante compleja. Los síntomas del desorden de la ATM pueden diferir de paciente a paciente, haciendo conflictivo el diagnóstico. La mayor parte del tiempo el enfoque es en la articulación cuando los síntomas realmente no están relacionados con la articulación, los síntomas están más involucrados con los músculos cráneo-faciales.3

Es comumente conocido que los brackets pueden corregir practicamente todas las maloclusiones, con o sin extracciones, el problema radica en que al retirar los brackets los dientes tienden a regresar a sus posiciones originales. Hecho demostrable en la tendencia a recidivar de los dientes luego de la ortodoncia regular, aún recomendando a los pacientes el uso de retenedores. Tal como lo señala el Profesor Vaden, frecuentemente los pacientes tratados con aparatos fijos, incluso aquellos que usaron retenedores, regresan posteriormente con el ortodoncista durante su vida para volver a alinear los dientes.3

Los problemas de recidiva post-retención de la ortodoncia son ampliamente conocidos. Los brackets son muy eficientes para alinear los dientes pero frecuentemente se requiere de retención fija de por vida para asegurar la estabilidad de la corrección. Luego de retirar los retenedores, incluso después de años de uso, los dientes pueden recidivar.3

La investigación de Little, Riedel y Artun, en el área de retención, refleja que en algunos casos el grado de recivida fue más grave que la maloclusión original, que el apiñamiento aumenta a tal grado durante el período de 10 a 20 años post-retención que tan sólo el 10% de los casos mostraron resultados aceptables a largo plazo. La investigación concluye que la única forma de asegurar un alineamiento satisfactorio después del tratamiento es con el uso de retención fja o removible de por vida.7

Es también consciente que existe cierto grado de resorción radicular en la mayoría de los casos tratados con aparatos fijos por la fuerza continua del arco, no sólo el acortamiento de la longitud de la raíz sino también su parte anterior. Un estudio comparativo evaluó el impacto de las fuerzas ortodónticas contínuas e intermitentes sobre la resorción radicular, encontrando que las fuerzas intermitentes durante 8 semanas produjeron significativamente menos resorción radicular que la fuerza contínua dirigida de la misma magnitud y duración.8 Otro estudio que involucró 8 horas de fuerza continua seguidas de 8 horas sin fuerza concluyó que la fuerza intermitente recluta osteoclastos de manera eficiente mientras provoca una mínima resorción radicular.9 Los aparatos de la ortodoncia miofuncional usan fuerzas intermitentes por lo que minimizan el daño a la raíz dental.3

Al momento de evaluar a un paciente en la clínica más que ver el tipo de maloclusión de Angle se deben buscar las causas de la malposición dentaria. Se debe valorar el nivel de disfunción de los tejidos blandos, primeramente la posición de la lengua en la boca la cual debe descansar contra el paladar justo por detrás de los dientes anteriores, luego se debe evaluar la forma de respiración que debe ser nasal y no bucal, y posteriormente la deglución que debe hacerse sin que exista una excesiva actividad del músculo orbicular de los labios. El desarrollo facial normal del paciente debe ser hacia abajo y hacia adelante, por lo que se debe resolver la disfunción de los tejidos blandos para que la cara se desarrolle normalmente.3

Durante la consulta se deben evaluar, además de la disfunción de los tejidos blandos, la oclusión, las relaciones dentales y la forma de la arcada.3

La experiencia clínica ha podido constatar cómo la supresión de hábitos disfuncionales, unida a la reeducación de la deglución atípica y los trastornos asociados, permite equilibrar y tonificar la musculatura orofacial implicada, corregir dichas disfunciones y posibilitar una intervención ortodóntica óptima. También se ha constatado que un gran porcentaje de maloclusiones, asociadas o no a trastornos esqueléticos y/o musculares, estaban relacionadas con dichas alteraciones funcionales.6

La reeducación funcional juega un papel fundamental en: la ortodoncia preventiva, ya que si se reeduca la musculatura como factor etiopatogénico antes de que se establezca la maloclusión se previene la misma, la ortodoncia correctiva, ya que si se controla la musculatura se controlan las fuerzas adversas facilitando la acción positiva de la aparatología, y por último la retención, evitando recidivas al tratar la disfunción o el mal hábito. 1

Desde el inicio de los tratamientos en ortopedia cráneo-facial para la corrección de las anomalías maxilo-mandibulares y dentofaciales se han presentado una gran variedad de pensamientos filosóficos y técnicas biomecánicas y biofuncionalistas que han permitido el desarrollo de diversas aparatologías ortopédicas removibles, fijas o combinadas.10

Los aparatos funcionales están formados por una gran variedad de medios terapéuticos encaminados a corregir las displasias esqueléticas que subyacen en el fondo de muchas maloclusiones. Todos ellos tienen un mecanismo de acción indirecto, es decir, son transmisores de fuerzas. Ellos por sí solos, no emplean fuerzas directas. Algunos aparatos pueden generar fuerzas directas, pero son siempre fuerzas añadidas y complementarias al mecanismo de acción principal. 11

El nacimiento de los aparatos funcionales y su desarrollo posterior ha ido encaminado a la corrección de las maloclusiones de clase II en las cuales existe un resalte aumentado. El procedimiento clínico estriba en producir un adelantamiento de la mandíbula hasta una posición de neutro-oclusión. Este movimiento mandibular genera por sí solo un estiramiento de las fibras de los músculos masticatorios produciendo un vector de fuerza que va a ser responsable de muchas de las acciones del propio aparato. Éste sería el mecanismo de generación de fuerzas indirectas, común a todos los aparatos funcionales. 11

La mayoría de los aparatos funcionales se caracterizan por: ser de acción indirecta (transmisores de la fuerza muscular a las estructuras esqueléticas y dentarias), ser de tipo removible, despertar la función y rehabilitar el sistema estomatognático, potenciar y estimular el crecimiento mandibular. Lo que en realidad producen estos aparatos es un cambio en el equilibrio neuromuscular del sistema estomatognático. Terapéuticamente, el lograr este desequilibrio produce la acción terapéutica buscada. 11

La musculatura afectada cuando se coloca un aparato funcional es la formada por los músculos masticatorios (temporal, masetero, pterigoideo interno y pterigoideo externo) y algunos músculos faciales (orbicular y buccinador, principalmente). 11

Mención aparte merece toda la musculatura suprahioidea, estos músculos tienen tres funciones principalmente: mantienen el paso de aire por la faringe inferior, controlan la posición y la función de la lengua, y mantienen el equilibrio entre los músculos del cuello y los músculos masticadores. En las maloclusiones clase II existe un desequilibrio en esta musculatura debido a la posición retrasada y descendida de la mandíbula, lo que ocasiona un descenso en la posición de la lengua y una dificultad en el paso del aire por las vías aéreas inferiores. La consecuencia de esto es un círculo vicioso en el cual cada vez la mandíbula se sitúa más baja y la posición de la lengua cada vez está más descendida. Para romper este círculo vicioso es necesario volver a establecer un equilibrio en toda esta musculatura. 11

Al colocar un aparato funcional se provoca un adelantamiento mandibular que va a sacar el cóndilo de su situación posterior de reposo. En esta situación, el cóndilo ocupa una posición más baja en relación al techo de la cavidad glenoidea y más anterior en relación al meato auditivo. La existencia de cartílagos secundarios (cóndilo y suturas) influidos, no sólo por la acción hormonal, sino también por factores externos, como es la actividad del músculo pterigoideo externo, estimula la actividad mitótica en la capa precondroblástica del cóndilo mandibular. Por lo tanto, la protrusión mandibular provocada por un aparato funcional es capaz de estimular al cartílago condilar y aumentar la longitud efectiva de este hueso. También se ha encontrado una remodelación en la parte anterior de la fosa glenoidea, lo cual contribuye a un posicionamiento más anterior de la mandíbula.11

Las fuerzas de la lengua, labios y músculos faciales circundantes son suficientes para mover los dientes hacia cualquier posición. La lengua por sí sola puede ejercer 500grs de fuerza, al colocarla en su posición correcta en el maxilar, es capaz de expandir las arcadas y alinear los dientes. Una vez corregida la disfunción de los tejidos blandos los resultados son mucho mejores, permite al ortodoncista alinear los dientes de foma más eficiente sin que sean necesarias fuerzas mecánicas pesadas, disminuyendo la resorción radicular así como también garantizando mayor estabilidad post-retención.3

Los avances tecnológicos y cibernéticos en el campo de la odontología a finales del siglo XX se manifiestan hoy en día en diversas especialidades estomatológicas. Muestra de estos avances es la aparatología funcional, desarrollada en Australia por el Dr. Chris Farrell y colaboradores, quienes han presentado y difundido estos avances con base en sus investigaciones y experiencias clínicas en la aparatología funcional tradicional y aparatología fija que dieron origen a la fundación Myofunctional Research Co., presentando el Sistema Trainer y Myobrace®. El diseño y fabricación de este sistema de dispositivos intraorales para ortodoncia se basa en el tratamiento temprano de los problemas ortodóncicos y del desarrollo cráneo-facial en niños y adolescentes así como también los problemas de ATM en adultos y protectores bucales deportivos.2,4,10

La ortodoncia miofuncional plantea que la causa de la maloclusión es la disfunción muscular. Los resultados de la ortodoncia miofuncional no provienen de fuerzas excesivas sobre los dientes, sino que se enfocan en corregir la función, adecuando las fuerzas de la lengua y los labios para desarrollar la arcada y los maxilares, mejorando así el alineamiento dental. En la mayoría de los niños puede observarse desde una edad temprana signos como respiración bucal, succión digital, protrusión lingual o deglución atípica. Estos hábitos son causantes del desarrollo de la maloclusión. La corrección de los mismos, no sólo corrige la maloclusión si se tratan a tiempo, sino que tiene también el potencial de mejorar el desarrollo facial. 2

Partiendo de la idea compartida de que la corrección de las estructuras anatomo-morfológicas es inviable sin la corrección de las alteraciones miofuncionales y viceversa, es la intervención temprana la que persigue restaurar cuanto antes la funcionalidad de la deglución, masticación, respiración y músculos implicados.6

La intervención temprana de la maloclusión y de los malos hábitos miofuncionales es la clave de la ortodoncia miofuncional, el objetivo es corregir los hábitos miofuncionales tan pronto como éstos se hagan evidentes. El tratamiento ortodóncico temprano puede prevenir problemas serios de desarrollo en los pacientes en crecimiento, y puede reducir la complejidad del tratamiento y el tiempo requerido cuando sea necesario un futuro tratamiento ortodóncico fijo. El tratamiento temprano puede también alcanzar resultados que no son posibles cuando la cara y los maxilares han dejado de crecer.3

El tratamiento precoz de los niños en una etapa óptima del crecimiento (entre 5 a 8 años de edad) con técnicas de ortodoncia miofuncional puede facilitar posteriormente el tratamiento ortodóncico y ofrecer mayor estabilidad. 2 Investigaciones recientes demuestran que el introducir los métodos de tratamiento temprano de ortodoncia miofuncional disminuye la complejidad de futuros tratamientos ortodóncicos con brackets, de hecho se encontró que muchos padres declinaban el futuro tratamiento con aparatos fijos. Muchos casos demuestran mejoras de manera consistente tanto en el crecimiento cráneo-facial como en la forma de la arcada.3

En 1989 se funda Myofunctional Research Co., utilizando la tecnología CAD (Computer Alded Design) para el desarrollo de las investigaciones y fabricación del Sistema Trainer y Myobrace®. Esta tecnología facilitó la producción de un aparato universal, intraoral y flexible hecho de silicona no termoplástica o poliuretano que permitía conservar su forma sin sufrir cambios durante su uso. Estaba prefabricado con medidas y formas específicas prediseñadas, con características terapéuticas que influenciaban la musculatura oral y por consecuencia la función muscular intra y extrabucal en los pacientes donde se indicó su uso.10

El Dr. Farrell incursionó en el campo de la ortopedia funcional aplicando activadores como el de Frankel, el Bionator y el Twin Block, combinando éstas técnicas con su experiencia en aparatología fija ortodóntica y buscando principalmente el tratamiento precoz con el fin de prevenir a tiempo o iniciar la corrección de los desórdenes de las articulaciones temporomandibulares, mejoró la calidad de los tratamientos corrigiendo las causas que originaron las maloclusiones. Le dio más importancia a: los tejidos blandos y a las disfunciones (respiración y deglución) como factores de recidiva en los tratamientos ortodóncicos, disminuir la extracción dental como recurso de tratamiento para liberar el apiñamiento y ganar espacio en los arcos dentales, corrección del retrognatismo mandibular, y a guiar correctamente la dentición desde edades tempranas de desarrollo.10

Los aparatos funcionales del Sistema Trainer y Myobrace® están prefabricados con silicona de alto grado que les brinda la característica de una máxima flexibilidad y comodidad. Dentro de sus elementos, unidos todos entre sí en una sola estructura, se observan: pantallas vestibulares y palatolinguales, canales para los dientes, base oclusal que permite la separación interdentaria con un efecto de guarda que repercute en la descompresión de la ATM, lengüeta para el posicionamiento propioceptivo de la punta de la lengua como en las terapias miofuncionales y foniátricas, para-labios en la zona del orbicular mandibular para romper la fuerza hiperactiva del labio y músculo del mentón, entre otros. Algunos Trainers presentan pequeños orificios en su cara anterior, en la zona incisiva, para facilitar la respiración y adaptación funcional del aparato en el paciente.10

Muchos de los aparatos funcionales originales tienen buenas y malas características. Una de las principales es que en realidad no corrigen la función, algunos diseños de estos aparatos disminuyen el espacio de la lengua en el paladar. El Sistema Trainer y el Sistema Myobrace® de MRC han sido diseñados para resolver los problemas existentes en los aparatos funcionales, favorecen la ubicación de la lengua en su posición correcta en el maxilar superior. MRC corrige la función a la vez que los dientes se alinean.3

La ortodoncia miofuncional principalmente se preocupa por corregir la función para tener un crecimiento y desarrollo correcto. Cuando la función se mejora, el crecimiento natural hacia abajo y adelante desarrolla espacio superior para el buen acomodo de todos los dientes (incluidos terceros molares), produciéndose menos apiñamiento.3

Los objetivos del tratamiento miofuncional deseado para los pacientes son: el paciente debe respirar por la nariz, los labios deben estar en contacto en reposo y la lengua debe estar en su posición correcta, no debe verse actividad de los labios cuando el paciente trague, oclusión clase I con neutro-oclusión, dientes bien alineados, y por último mejorar el desarrollo facial permitiendo al paciente alcanzar su mayor potencial genético.3

Para lograr los objetivos y los resultados del tratamiento miofuncional es necesario que el paciente use el aparato 1-2 horas durante el día y toda la noche mientras duerme, de forma regular y diariamente.3,10

Es primordial conseguir la colaboración del paciente, debe darse cuenta de cuánto le perjudica la disfunción o el mal hábito para que decida colaborar en su reeducación. 1

Para el control de los hábitos perniciosos como: uso prolongado de chupete, succión digital (chupar el dedo), onicofagia (comerse las uñas), linguofagia (morderse la lengua), queilofagia (morderse los labios), mordisqueo de diferentes objetos, etc. deberá intervenir el ortodoncista, los padres y/o el paciente comprometiéndose a controlar el hábito.

 

Vía: Ortondoncia

Myobrace para los niños

Los más pequeños de la casa pueden disfrutar también de la comodidad y la estética de la ortodoncia invisible gracias al sistema MYOBRACE.

Diseñados para corregir la mala oclusión de los músculos de la boca, estimulan al mismo tiempo el crecimiento de los maxilares de una forma adecuada, previniendo posibles complicaciones bucales en el futuro. MYOBRACE es un aparato de ortodoncia infantil en tres etapas diseñado para corregir los malos hábitos orales mientras trata los problemas de desarrollo de los maxilares superior e inferior.

MYOBRACE supone una avanzada técnica en ortodoncia infantil, ya que acompaña y favorece el correcto desarrollo bucodental de los niños, previniendo maloclusiones y, en la mayoría de los casos, la necesidad de un tratamiento de ortodoncia en el futuro. Los aparatos de MYOBRACE tienen tres tamaños,K1, K2 y K3, dependiendo de la edad y el desarrollo de cada paciente.

MYOBRACE2

MYOBRACE K1: Fabricado en silicona flexible y adaptable a cualquier forma de arco bucal y cualquier maloclusión. El K1 corrige malos hábitos tales como mordida abierta, profunda o maloclusión. Debe usarse durante 1 hora diariamente y durante toda la noche.

MYOBRACE K2: El segundo aparato proporciona un desarrollo adicional de la arcada y sigue corrigiendo los malos hábitos. Incluye una capa interna similar a la de los aparatos de paladar convencionales que favorece el alineamiento dental. Debe usarse durante 1 hora diariamente y durante toda la noche.

MYOBRACE K3: Fabricado en poliuretano, proporciona un excelente alineamiento dental y retención, es el último de los aparatos y debe usarse durante 1 hora diariamente y durante toda la noche.

Los aparatos de MYOBRACE para Kids™ entrenan además la lengua para colocarse en su posición correcta contra el paladar, re-entrena la musculatura oral y ejerce fuerzas ligeras e indoloras para alinear los dientes como sistema de ortodoncia infantil. MYOBRACE es más efectivo cuando los dientes permanentes están empezando a erupcionar, en las edades comprendidas entre los 5 y los 10 años.

 

Vìa :cristinaviyuela.com

¿Qué es la terapia Miofuncional?

Rehabilitación de los trastornos neuromusculares en las estructuras orofaciales, relacionados con el habla, la deglución, la masticación y la respiración.

La Terapia miofuncional es el área dedicada a la rehabilitación de los trastornos neuromusculares de las estructuras orofaciales, relacionados con el habla, la deglución, la masticación y la respiración.

A través de técnicas terapéuticas directos, esta especialidad tiene como objetivo aumentar el tono muscular y la movilidad orofacial, también la promoción de la relajación y la coordinación de los músculos de la cavidad oral.

Competencias Generales

Intervención en el área de Ortodoncia
En muchos casos, y para que el tratamiento de ortodoncia pueda ser plenamente eficaz, es esencial complementarlo con terapia miofuncional, con el fin de resolver la causa del problema de ortodoncia. La no intervención de la terapia miofuncional puede dar lugar a una regresión del tratamiento de ortodoncia o causar problemas en la articulación tempomandibular (ATM), así como la persistencia de algunos de los síntomas relacionados con problemas de ortodoncia (posición de apertura de los labios; proyección exterior de la lengua; deficiente tragar y respirar predominando oral, asociada a un déficit del rango vocal).

Intervención en el área de Prostodoncia
El uso prolongado de las prótesis removibles determinan un conjunto de adaptaciones orofaciales inconscientes, que cambian las estructuras anatómicas y fisiológicas, la adaptación de prótesis fija sobre implantes, en pacientes rehabilitados con el concepto All-on-4TM. La intervención miofuncional después de la colocación de la prótesis, permite superar las dificultades más frecuentes de adaptación, como la proyección de la saliva, problemas de deglución y masticación, exceso de estridencia en la producción de algunos sonidos y la fatiga muscular de la articulación tempomandibular (ATM).

Conoce todo sobre Myobrace

El Sistema Myobrace® es una manera de corregir la posición de los dientes y de los maxilares sin brackets. 

El tratamiento ortodóntico miofuncional consiste en una serie de técnicas para corregir los malos hábitos orales (conocidos como hábitos miofuncionales) que son reales, que son los causantes del apiñamiento dental y usa fuerzas ligeras intermitentes que enderezan los dientes.

Estas técnicas ortodónticas miofuncionales han sido practicadas por los dentistas y los ortodoncistas alrededor del mundo por los últimos 50 años.

Esto se hace a través del uso de aparatos removibles que se colocan en boca 1-2 horas al día y durante toda la noche.

El uso diario del Myobrace®combinado con actividades regulares (para mejorar la respiración, la función muscular y la posición de la lengua) da como resultado dientes mejor alineados, con una buena función muscular, llevándole a un desarrollo facial óptimo y una sonrisa mas sana.

Esto funciona mejor cuando los pacientes están creciendo, alrededor de los 6 y 10 años de edad ya que los hábitos son más difíciles de corregir en pacientes mayores.

Causas del Apiñamiento Dental

By Myobrace® de MRC
By Myobrace® de MRC

La investigación ha demostrado que los dientes encimados, y el subdesarrollo de los maxilares y otros problemas ortodónticos no se produce por dientes grandes en maxilares pequeños o por factores hereditarios.

La respiración bucal, el empuje lingual, la deglución incorrecta y la succión digital (conocidos como hábitos miofuncionalesincorrectos) son las verdaderas causas originales.

Las Alergias, el Asma y la postura de la boca abierta, también contribuyen al subdesarrollo de los maxilares.

Al crecer, la mayoría de nosotros hemos tenido uno o más de estos malos hábitos, los cuales son la causa que origina el desarrollo facial y dental inadecuado.
Vía: dental sonrisa

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Myobrace para niños ¡Conocelos!

El Myobrace para Kids™ es un aparato de tres etapas diseñado específicamente para corregir los malos hábitos orales mientras trata los maxilares superior e inferior y los problemas de desarrollo. El Myobrace para Kids™ es más eficaz después que han erupcionado los dientes permanentes anteriores y antes de que haya terminado de mudar los demás dientes deciduos, está disponible en tres tamaños.

 K1

Corrección de los Hábitos y desarrollo de los maxilares

El K1 proporciona corrección de los malos hábitos.  Esta hecho de silicón flexible y listo para adaptarse a cualquier forma de arco y cualquier maloclusión.

Su naturaleza flexible significa que ofrece mejor retención para su uso durante la noche, al dormir.

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K2

Corrección de los Hábitos y desarrollo de los maxilares

El K2 proporciona desarrollo adicional de la arcada además de la corrección de los malos hábitos.

Presenta una Dynamicore™ o capa interna que es similar al esqueleto de los aparatos de Frankel que ayuda en el desarrollo de la forma correcta de la arcada favoreciendo el alineamiento dental.

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K3

Corrección de los Hábitos y desarrollo de los maxilares

El K3 proporciona un alineamiento final y sirve de retenedor.

Su consistencia firme dada por el poliuretano que lo constituye proporciona excelente alineamiento dental y retención. La lengüeta está perforada favoreciendo el entrenamiento final de la lengua.
 Vía  myobrace

El Sistema Myobrace o la evolución en ortodoncia

El Sistema Myobrace™ ha sido aceptado por ser un dispositivo que permite dilatar los músculos orofaciales para ampliar los arcos mandibulares y conseguir una buena alineación dental.

Sin embargo, un error común entre los ortopedistas dentofaciales es creer que si bien el Sistema Myobrace™ sirve para la alineación de los dientes, hay otros aparatos funcionales tradicionales que son mejores para estimular el desarrollo facial.

Incluso muchos profesionales experimentados con Myobrace consideran que los dispositivos de terapia miofuncional tradicionales son simplemente una forma alotrópica del tratamiento ortodóncico tradicional: intervenciones mecánicas que ignoran el papel de los músculos.

Gran parte del escepticismo respecto al Sistema Myobrace proviene de las dudas que existen sobre la efectividad de la terapia miofuncional en sí.

La Terapia Miofuncional (TM) es una ciencia que tiene más de 100 años, la cual adquirió una gran popularidad en la década de 1970. Aunque ha demostrado que es capaz de obtener resultados impresionantes, Smithpeter y Covell citan una serie de razones que han impedido su mayor desarrollo:

1. Espacio limitado en la clínica para ofrecer esta terapia
2. Falta de profesionales capacitados en TM
3. Dificultad y tiempo requerido
4. Capacitación inadecuada
5. Creer que la función debe seguir a la forma
6. Pensar que no hay suficiente evidencia científica que la respalde
7. Desigualdad en la experiencia de los clínicos especializados en TM, por lo que lo resultados exitosos son impredecibles.

El Sistema MYOBRACE ™ es una forma de terapia miofuncional tradicional que asegura resultados fácilmente predecibles, en menor tiempo y con menor esfuerzo.

El sistema representa la confluencia y evolución de la terapia con aparatos fijos, la terapia con aparatos funcionales y la terapia miofuncional.

El siguiente caso clínico es un buen ejemplo de los resultados de un tratamiento que cumple con los objetivos de obtener una alineación adecuada, desarrollo facial y un tratamiento de la disfunción muscular para obtener un resultado más estable. La paciente fue tratada en la parte superior con el Farrell Bent Wire System™ y con un K1 Myobrace®, seguido de un K2 y los Myobrace T1 y T3 para conseguir la alineación final.

Desde el punto de vista dental, destaca el espacio recuperado en la parte superior derecha y en la inferior izquierda de los caninos. Desde una perspectiva facial, el ángulo nasolabial ha mejorado significativamente, mientras que es evidente que el crecimiento vertical en sentido de las agujas del reloj ha sido re-orientado a una dirección más horizontal. Estos resultados se logran aprovechando la fuerza de los músculos con un sistema que requiere menos tiempo y es más costo-efectivo que cualquier otro en la historia de la ortodoncia.

La creciente demanda de tratamiento miofuncional

El reconocido Sistema Trainer de MRC es actualmente el método de tratamiento miofuncional precoz preferido por dentistas y ortodoncistas de todo el mundo. MRC ha desarrollado constantemente los aparatos dentales más avanzados, cuyos modelos aparecerán ahora exclusivamente con el nombre de Myobrace®.

Myobrace® es así el nombre de la marca unificada que impulsará a MRC y a la ortodoncia miofuncional hacia el futuro.

El Myobrace System™ incorpora una avanzada gama de aparatos de doble moldeado, además de características miofuncionales adicionales que proporcionan una mejor corrección de los hábitos y la alineación dental. Esto significa a su vez que una gama más amplia de niños y de maloclusiones pueden ahora ser tratados con el Sistema Myobrace™.

Myobrace® utiliza un sistema de aparatos en tres etapas que toman en cuenta la edad del paciente, la dentición y el tipo de maloclusión, lo que permite un enfoque claro y más preciso para el diagnóstico y selección de los aparatos.

Otro avance significativo de MRC ha sido el desarrollo del programa de Proveedor Certificado Myobrace™. Este programa está dirigido a los odontológos interesados en métodos para que la ortodoncia miofuncional funcione de la forma más eficiente posible en su consulta. Los siguientes son algunos de los beneficios de ser un Proveedor Certificado Myobrace™:

• Tratar a una gama más amplia de pacientes
• Aumentar el flujo de pacientes en su práctica
• Mayor tiempo libre delegando tareas a auxiliares capacitados
• Menos tiempo de sillón para el paciente
• Beneficios económicos para el odontólogo y el paciente.

La creciente demanda por la ortodoncia miofuncional, tanto a nivel profresional como por parte del público, ha resultado en que cada vez haya más especialistas dedicados totalmente a estos métodos de tratamiento evolutivos. El Myobrace System™ permitirá que la ortodoncia miofuncional se convierta en el tratamiento de ortodoncia estándar mediante el tratamiento precoz de los hábitos miofuncionales, lo cual resulta en un tratamiento ortodóncico posterior más simple y eficaz.

 

vía: http://www.dental-tribune.com/articles/news/latinamerica/13078_la_creciente_demanda_de_tratamiento_miofuncional.html

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