Queda un mes para que llegue la Navidad y con ella los excesos en la comida. Es la época más peligrosa para nuestra dieta, pero también para nuestros dientes. En estas fechas hay un gran número de peligros (azúcar, descuidos, copiosas comidas familiares…) que amenazan a nuestra salud bucodental, de ahí que debamos prestar una especial atención a nuestra dentadura durante las navidades.
Es muy complicado evitar comer demasiado en Navidad, pero podemos seguir una serie de buenos hábitos y consejos que nos ayudarán a proteger nuestros dientes y, por tanto, protegerlos de una manera eficaz contra problemas futuros y facilitar cualquier tratamiento que podamos recibir.
– El chocolate está muy presente en estas fechas, por lo que es complicado prescindir de él. Siempre será más recomendable tomar chocolate negro, con más cacao y menos azúcar, por lo que es menos perjudicial para nuestros dientes. Además, es rico en minerales y antioxidantes.
– El turrón duro, por su gran contenido en almendra y bajo porcentaje de azúcar, es más recomendable que el blando.
– Masticar chicle sin azúcar después de las comidas, ya que estimula la producción de saliva y limpia las superficies de los dientes. La saliva es un gran aliado de nuestros dientes, protegiéndolos al neutralizar el pH ácido que producen las bacterias y la acidez de los alimentos.
– El vino tinto es preferible al vino blanco y el champán, ya que estos últimos son más erosivos para el esmalte y el cemento de la raíz de los dientes.
– No hay que fiarse de los alimentos “sin azúcar”, porque muchos de ellos contienen sustancias derivadas que son igual e incluso más perjudiciales para nuestros dientes.
– Tomar una ensalada con aceite de oliva en las comidas, ya que nos protegerá frente al desgaste dental y las caries. Se ha demostrado que este tipo de aceite genera una película protectora invisible sobre los dientes que las caries no pueden penetrar.
– Reducir el consumo de bebidas energéticas, ya que cuentan con un componente ácido que desgasta el esmalte dental. Si se va a tomar una, es mejor acompañarla de algo sólido, de manera que al masticar se produzca saliva y contrarreste la acidez.
– Los dulces menos perjudiciales para nuestra dentadura son los más suaves y no pegajosos, como puede ser el chocolate.
– Lo ideal es cepillarse los dientes tres veces al día, con una duración de al menos dos minutos. En condiciones normales, lo más recomendable es utilizar cepillo de cerdas de dureza media e ir alternando entre un dentífrico normal y otro que incluya agentes anticaries como pueden se el xilitol y el peróxido de carbamida.
– Si se tienen problemas de encías, sobre todo en niños que llevan aparatos de ortodoncia, hay que evitar los dulces blandos y golosinas más pegajosas. Del mismo modo, hay que limitar el consumo de dulces duros ya que puedan favorecer la fractura de dientes frágiles, destrozar los empastes y dañar las ortodoncias.
VÍA: cosasdesalud